El Senado provincial acaba de prorrogarle al gobernador otra emergencia social, educativa y sanitaria. Porque Nación chupa recursos, y la provincia tiene que ir poniendo detrás, a riesgo de pagar dos veces por las mismas cosas. ¿Se pueden mensurar los perjuicios que está asimetría le causa a la ciudad y a la provincia?

Estamos ante un régimen político, una forma de entender y gobernar el país, que entiende en términos bidimensionales la realidad, y eso pone a Santa Fe en un aprieto económico y social. En lo económico, hay un régimen de coparticipación de impuestos nacionales que deben distribuirse entre las provincias, que no se respeta. Hay fondos nacionales suspendidos para transporte, educación, o incluso salud, programas para la discapacidad, a enfermedades terminales. Todo sin comunicación oficial; te das cuenta porque las remesas de medicamentos o vacunas caen de un mes a otro. 16.000 vacunas mandó Nación contra las 168.000 que tuvo que comprar Provincia. Y sí, Santa Fe termina pagando 2 veces por lo mismo, porque no vuelven los recursos que debieran ser coparticipables, que la provincia después los debe distribuir con municipios y comunas. Se tiene que asumir la responsabilidad de afrontar la demanda de lo inmediato de los santafesinos. Esto obliga a una ingeniería jurídica y financiera para atender lo económico, y ahí es donde está el rol de la Legislatura para hacer que el Estado santafesino funcione, y está funcionando –o pretender hacerlo- con un nivel de autonomía, porque el federalismo no es lo que se está respetando en este régimen que nos gobierna que tiene una mirada muy porteñocéntrica.

¿Un gobierno nacional bidimensional?

Las dimensiones en las que el gobierno nacional interpreta la realidad es kirchnerismo versus oficialismo. No admite matices. A muchos eso les resulta cómodo para explicar la realidad, pero no se ajusta, porque quedan muchos matices afuera. No alcanza porque no se tienen en cuenta situaciones como la de los jubilados, gente con discapacidad, pacientes oncológicos, el cambio de del régimen de residencias de la formación en la salud pública que transforma a los residentes en becarios sin derechos laborales. Se subvierte todo un sistema de salud por disposiciones que no pasan por el Congreso. No se respeta la división de poderes. Pero esta división bidimensional de la política no es novedosa. Cuando gobernó el kirchnerismo tuvo mayorías, el Ejecutivo, gobierno en muchas provincias, y también trató de interpretarlo con la misma lógica de “estás con nosotros o estás en contra”. Los que se erigieron como alternativa para superar lo que Argentina había vivido terminan convirtiéndose en lo mismo pero en la vereda contraria.

En el Senado has abordado el tema del juego clandestino. Aunque el problema de fondo es el juego. A modo de ejemplo: el tabaco estuvo vinculado publicitariamente al deporte, después el alcohol. En ambos casos, y por la misma razón -las adicciones- el vínculo se rompió. Hoy el principal sponsor del deporte mundial es la apuesta, y asistimos a una pandemia de ludopatía. ¿Qué futuro se le ve a esta relación?

Diste en la clave, la adicción. Soy uno de los autores de la ley de prevención de la ludopatía. Trabajamos ese tema en base a una serie de datos de una encuesta nacional que se llamó “Apostar no es un juego”, donde se deja al desnudo la peligrosidad de las conductas compulsivas vinculadas al juego, que están presentes en conductas diarias, en la adicción a los dispositivos móviles y a las redes sociales. Ahí aparece la gratificación inmediata, la dopamina barata, aparece la adicción a la aplicación digital, y aparece la enorme influencias que tienen las figuras de las redes sociales y del deporte para propagar estas conductas. Hay ejemplos geniales para analizar. En los 80 Camel, la marca de cigarrillos saca de circulación un personaje llamado Joe Camel, un personaje, un camello humanizado, que fumaba en actitud despreocupada, un canchero de acción. Con su forma infantilizada apuntaba a un público joven para que arranque antes a fumar. Eso devino a que otras marcas adopten estrategias parecidas. La publicidad del tabaco termina prohibiéndose en el 2006 por una ley nacional, donde Rosario fue pionera por ordenanza. Porque se lo abordó como un tema de salud pública. Con el alcohol y el deporte pasó lo mismo, aunque sigue sucediendo colateralmente con una marca de cerveza que esponsorea la selección nacional, porque el lobby es fuerte. En el caso del juego, el lobby es fuerte, y se basa en toda una cultura de la gratificación rápida y de la obtención rápida de un modo de vida, de despilfarro o de abundancia fácil. En esto, las redes sociales acompañadas de figuras del deporte que promocionan juego legal, termina en la misma matriz cultural, diciendo que está bien relacionar con tu pasión el hecho de que apuestes. Ahora, el universo de lo digital, hasta que no consideremos que los usuarios son ciudadanos de derecho, como los ciudadanos del mundo de lo físico, no vamos a tener los límites y las protecciones necesarias. Internet es todavía un espacio no seguro para las infancias, o para las adolescencias, y ahí es donde la cultura de la gratificación rápida ingresa fácilmente en personas que están en formación, y la cultura del juego online es cómoda, fácil, que puede hacerte ganar plata, pero también perderla, y perder tu propia capacidad de control, que es lo más peligroso. Y los influercers son una pieza fundamental, porque a través de los descuentos que ofrecen logran captar mayor cantidad de pibes. Mi opinión es que, con vacío legal como el que hoy tenemos, hay que trabajar mucho en la prevención, no queda otra. Empezamos a desandar un camino que hasta acá vino por todo, y en muchos países terminó con prohibiciones de que el juego auspicie a deportes masivos, como en España, Inglaterra. Se lo empieza a prohibir como al tabaco y el alcohol.

Vos venís del periodismo, donde tenemos una imagen crítica del Senado provincial. ¿Hay algún mito del Senado que hoy quisieras refutar?

No sé si es un mito, pero el Senado tenía una mayoría automática que respondía al Senado. Eso cambió. A mí me tocó –pero no tiene que ver conmigo, sino que tiene que ver con lo que pasó en otros departamentos- pero a mí me tocó otro Senado, que no tiene nada que ver con el Senado que históricamente venía siendo. Me tocó un Senado que plantea las discusiones sobre la mesa, donde discutimos con el presidente del Senado para ponernos de acuerdo, o no. Con el bloque de Unidos tenemos discusiones con el otro bloque del PJ, que ahora es minoría, pero toda la vida fueron mayoría. Creo que el Senado obedecía a una lógica propia e imponía sus condiciones. Eso cambió drásticamente. Es otro senado. Entró mucha gente joven, y cambió mucho el perfil. Lo percibo más abierto de cuando yo era periodista.

Hablando de gente joven, ¿cómo convencés a un chico para que vaya a votar?

Si no vas a votar, gana cualquiera. Si no vas a votar puede ganar alguien que puede hacer cualquier cosa. Ese es un buen argumento, y nadie se puede desentender. La cultura de desentenderse está muy presente, y es lo que hay que tratar de desterrar. Pero para eso hay que generar condiciones de confianza en lo político.

¿Cuáles son los proyectos más densos en los que estás interviniendo?

En un pizarrón tengo el perfil de los temas que venimos trabajando. Tenemos una ley de industrias culturales, una ley de promoción de la industria audiovisual, para que la ciudad se transforme en un polo donde otros vengan a trabajar, que otorgue esas facilidades, y que el personal técnico altamente especializado que tiene Rosario en materia artística sea mejor aprovechado, tanto para producciones locales como para producciones de otras partes del país. Queremos generar una especie de industria; porque termina pasando que, por leyes de otras provincias, terminan trayendo gente de otras provincias a trabajar acá. Y más allá del movimiento económico que eso genera, lo importante sería que sea la gente de acá la que trabaje. Tenemos un proyecto que intenta poner un coto a la industria del juicio laboral. Esto se logra con la conformación de un cuerpo forense que dependa del Poder Judicial, y que determine cuáles son los niveles de discapacidad, para evitar la famosa demanda interminable a las empresas…

¿Una ley anti-caranchos?

Exactamente. Tiene que ver con esa lógica, con buscar mecanismos lo más transparentes posibles, más accesibles y más justos. También estamos tomando el tema del desarrollo urbanístico. Porque en el marco de la discusión sobre la autonomía de Rosario entra el concepto de la interjurisdiccionalidad, es decir, la asociatividad entre municipios para conformar grandes áreas metropolitanas; de manera operativa, no sólo testimonial o analítica. En el día de mañana, con la reforma constitucional aprobada, se va a poder constituir formas asociativas entre municipios. Ya hay algo que existe con el tema de la recolección de residuos, y a nosotros nos interesa que se profundice en el desarrollo urbano. Estamos proponiendo crear una mesa interjurisdiccional de la cuenca del Arroyo Ludueña y Saladillo, para ordenar el desarrollo urbano, donde tengas crecimiento sin afectar el medioambiente, y teniendo en cuenta otras variables como la conectividad y el transporte, la educación, el acceso a la salud, para evitar aglomeraciones urbanas, que quedan alejadas o desconectadas, y que dependen de los autos particulares para conectarse. No son proyectos fáciles; afectan muchos intereses, pero nos interesa trabajarlos.  Estamos analizando cómo darle un formato jurídico a que, cuando se urbanice un área, el acceso a la educación esté garantizado en esa nueva área. Ha ocurrido en Zavalla o Funes o Roldán, localidades con desarrollos acelerados en tiempos cortos, y se quedaron muy atrás con la infraestructura educativa. Esto se tiene que tener en cuenta a la hora de pensar un nuevo desarrollo urbanístico, y tiene que ser parte de la articulación pública privada cuando hay un privado que promueve el desarrollo urbano, y el sector púbico que gobierna.

Como padre, ¿cuál es el desafío más interesante?

La adolescencia. Sin dudas. Creo que la verdadera de ser padre comienza cuando las chicas y chicos comienzan a ser conscientes de que son individuos y empiezan a plantear su independencia, y a intentar romper con el modelo, con el molde con el cual crecieron. Lo desafiante es entender que empiezan a ser hijos de la vida. Como debe ser. No queda otra.

¿Estás escribiendo?

Poco. Intentando. Lo último tiene que ver con la vuelta de Rosario. Me crié en una ciudad donde podías andar de noche de lugar en lugar, por los bares culturales, la ciudad donde los artistas estrenaban sus obras, sus recitales. Escribí sobre la vuelta de Rosario como un proceso en el cual hizo falta un lobby positivo, que no sé si tiene antecedentes, que en el peor momento, instituciones religiosas, la UNR, la Bolsa de Comercio, la Provincia, la Municipalidad, el Concejo, la Federación Industrial, la Federación Gremial, la Fundación de Rosario, el Foro Regional Rosario, todas las instituciones intermedias, salieron a bancar el día que la ciudad estuvo paralizada, y bancaron fuerte los cambios votados en la Legislatura provincial, un compendio de leyes de seguridad, que cambiaron el sistema penal en Santa Fe, cambiaron la persecución penal, la inteligencia criminal, cambios en el MPA; todo eso tuvo un fuerte respaldo social, y es lo que la gente se cansa de pedir, que la política no tenga peleas o gestos de excesivo odio. De eso tomó nota el exalcalde de Medellín, Sergio Fajardo, cuando vino a Rosario, y dijo, “esto no es lo que era la Medellín de los 80, pero es un camino que iba hacia esa dirección. Eso acá se interrumpió, y para eso es necesario un Estado presente, lo contrario a lo que venimos escuchando de quienes nos gobiernan a nivel nacional. Sobre eso escribí la última vez.

¿Tenés un lugar favorito de Rosario?

Más que lugares, momentos. El momento de la promesa de lealtad a la Bandera de las escuelas es algo que todos los años pienso que no me va a emocionar, y me emociona. Porque los pibes te conmueven. Es un momento en que te acordás de todo lo que representa la ciudad para el país. Creo que los rosarinos nacimos fallados, rebelde, izamos la bandera sin permiso, Belgrano lo hizo, y saber que fuimos capaces de eso y que fuimos capaces de levantarnos de cualquier cosa, emociona. Y ese lugar y ese momento a mí me emociona.