¿Por qué hay poca conciencia sobre lo imperioso del ahorro del agua?

Creo que hay una idea distorsionada de que, al estar cerca de un río tan grande como es el Paraná, tenemos una fácil accesibilidad al agua, y lo cierto es que no es así, porque uno no puede tomar el agua directamente desde el río, sino que se necesita un proceso de potabilización y de transporte para que llegue a cada uno de los hogares. Y esa es una infraestructura muy costosa, para el mantenimiento y para la reparación, y que no se vino traduciendo en tarifas. Entonces yo creo que eso es lo que hace que, como ciudadanos, se tenga esa tendencia a derrochar el agua. Porque se piensa es un recurso ilimitado, de fácil extracción, y que tampoco estaba reflejado en la tarifa.

¿Está comprobado que con la micromedición se consume menos agua?

Lo que hace la micromedición es que pongamos el foco en el agua que consumimos. Cuando se reciben las facturas de micromedición, ahí nos damos cuenta que quizás tengamos fugas internas que a lo mejor no le prestábamos atención porque, total, pagábamos siempre la misma factura. La factura de micromedición es en función del consumo que uno realiza. Entonces, ahí nosotros ponemos conciencia no solamente en las fugas internas que podemos tener, sino también en el uso que le damos al agua.

O sea, el cuidado en el consumo del agua viene por el lado del bolsillo.

Si. Porque no tomamos conciencia de la importancia que tiene. Inclusive ahora en la época de verano, nosotros estamos largando campañas para el uso responsable del agua, porque cada litro que nosotros ahorramos llega a la periferia, que son los lugares donde menos presión y caudal de agua tenemos. Si cada uno hace un uso responsable, si los que lavan las veredas utilizan los gatillos, o utilizan baldes para lavar, lo mismo que la gente que lava sus vehículos, toda esa agua se ahorra, queda en la red, y puede ser transportada a las personas que la usan para consumo.

Entre pérdidas, enganches, etcécera, ¿qué porcentaje del agua que ASSA produce, se factura, y qué porcentaje no?

Se hacen estudios técnicos, pero es muy difícil poderlo determinar. Lo que nosotros hacemos desde el área operativa es tratar de mantener las fugas que tenemos en la calle en un mínimo operativo. Tenemos ciertos límites que no podemos superar, como ser 200 fugas en la calle, porque a partir de ahí, empiezan a generarse reclamos de baja presión, y cuando incrementamos ese valor, perjudicamos la producción. Por eso el objetivo es mantener por debajo de 200 las fugas que tenemos en la calle.

En tiempos de crisis, muchos optan por no pagar o posponer el pago de algunos impuestos y servicios. En el caso de los morosos crónicos de ASSA, ¿se les corta o se les reduce el servicio?

Si bien es un tema del área comercial, en algunos casos se hace la reducción del servicio. Lo que hacemos desde el área operativa es atacar las conexiones clandestinas. Desde esta gerencia hemos cortado conexiones clandestinas que cruzaban el Arroyo Saladillo, porque eso afecta el servicio de aquellos usuarios de Rosario que pagan. Tenemos en la zona barrios precarios donde el servicio se mantiene independientemente de que sean usuarios formales o no, pero cuando hablamos de industrias o de otras zonas que no pertenecen a Rosario, estamos cortando las conexiones clandestinas.

¿En qué instancia se encuentra el proyecto de la tan reclamada planta de tratamientos de residuos cloacales?

La planta de tratamiento de líquidos cloacales es un proyecto que lo maneja la Gerencia de Infraestructura. El proyecto se encuentra siendo tratado entre varios ministerios para darle continuidad. Se trata de obras muy grandes. Para ello, se contrató a una consultora internacional para realizar el estudio de factibilidad y el plan director que le dé una solución integral a todo el conglomerado de ciudades, y no sólo a Rosario.

Sin polemizar con la gestión anterior, se observa cambios en la operatividad de la empresa a partir de la nueva gestión provincial. ¿Cuáles fueron los sectores que debieron intervenir de manera más urgente?

Lo primero que se atacó fue nuestra imagen en la calle. Veníamos de un año donde no teníamos inversiones. Llegamos a tener corralitos que en realidad eran palos y cintas. Se contrató el servicio de vallado. Pasamos de tener en el 2024, 200 pozos en calzada, a tener 70 pozos en calzada. Se pusieron muchos recursos al mantenimiento de redes, una inversión de más de 7 mil millones de pesos, para poder mejorar los tiempos y nuestra imagen. Una conexión de agua en el 2024 tardaba 3 meses en hacerse, por esta falta de recursos. Una conexión de cloacas, 6 meses. Hoy estamos para el agua, 14 días, y para la cloaca, 22. Fue un cambio rotundo el que se hizo, que fue entender que esta es una empresa de servicios, que no hay manera de ser eficiente si no se le aportan recursos. También hubo un cambio en la gestión de los recursos que tenemos, en el uso de los vehículos por parte del personal, que las horas extra se destinen a los trabajos que son de emergencia. Lo que hicimos fue sentar las bases para la empresa que queremos, y este año seguimos trabajando para ser profesionales, porque esta es una empresa que está siempre en la calle, haya o no haya problemas. Cualquier institución que nos requiera, o cualquier reclamo que tenemos, vamos a solucionarlo. Lo que necesitábamos eran los recursos. Y respecto a la planta potabilizadora, se invirtieron más de 6.300 millones de pesos, readecuando filtros, cañerías de lavado. En la Toma se puso un pontón nuevo para que, cuando haya bajantes o crecientes del río, podernos adecuar al nivel del agua para la captación del agua cruda.  Todo esto se hizo a partir de que se entendió que la eficiencia tiene que ver con confiabilizar todos los sistemas que tenemos, y trabajar de una manera más eficiente.

No en todas partes del mundo, incluyendo parte del “primer mundo”, la gente de las grandes ciudades abre la canilla y bebe lo que sale.

Es un valor que nunca se ha renunciado a lo largo de la historia de la empresa, la calidad del agua. Esa es la prioridad máxima, y los recursos que teníamos eran para mantener ese logro que no podemos perder. La deficiencia que teníamos era el servicio que prestábamos al usuario en relación a la cantidad de agua que aportamos, porque en el medio se perdía mucha por fuga, que no se reparaban por falta de presupuesto. Ahí es donde se hizo el mayor esfuerzo en el 2024. Ahora tenemos que mejorar, reducir la cantidad de corralitos en la calle.