Rosario cierra un 2025 denso, marcado por los festejos del Tricentenario, las 300 obras, varias elecciones, la autonomía municipal, entre otros puntos. ¿Qué planes hay para el 2026?
El 2025 fue un año de ordenar muchas cosas. Por supuesto que el tema seguridad tuvo su eje en el gobierno provincial, pero con una participación muy activa nuestra, y fue también de menos a más en el 24. A la par, el 2024 nos permitió estos acuerdos por obras y por programas con la provincia, y la ejecución empezó rápido, con un seguimiento muy detallado. Entonces este 25 fue el año de altas concreciones, pero no las más importantes, porque de arranque en el 2026 vamos a tener la terminación de las avenidas, la Avenida Newbery, Avenida Roullión, vamos a tener también en febrero la concreción de la Rambla del Tricentenario. El año que viene es el año de los Juegos, que va a ser el evento más importante de los últimos 40 años en la ciudad, con un legado de obras de infraestructura que le van a quedar a la ciudad; estadios, complejo de natación. Al revés, yo creo que en 2026 va a superar este 2025, pese a que este 25 tuvo la carga simbólica del Tricentenario. Va a ser para nosotros un año de muchos resultados positivos, veo un año muy potente el 2026, incluso, superando a este. A esta altura del año que viene vamos a estar hablando de un nivel de transformación de la ciudad muy grande.
Cada fin de año se vive un especial clima social, con mayor tensión que lo habitual, asumiendo que la municipalidad es lo más cercano que tiene la gente a la hora la demanda.
Hay un crecimiento de la demanda de asistencia directa. Tenemos dos situaciones que estamos atendiendo especialmente: personas en situación de calle, con un crecimiento de las personas en situación de calle, y un crecimiento de la demanda alimentaria, directa. Incluso se ven personas que trabajan en relación a la recolección y en la recuperación de residuos, que hay un incremento visible, y lo sentimos incluso en nuestras partidas presupuestarias. La asistencia no se interrumpe, es muy consistente de parte del municipio y provincia. Hay que decir que Nación ha incrementado las tarjetas de asignaciones directas. Eso ha corrido a la par de la inflación, pero es cierto que hay una situación crítica más allá del debate sobre los indicadores; los indicadores reflejan una baja de la inflación, con lo cual personas que tienen algún nivel de ingreso han dejado de estar por debajo de la línea de la pobreza, pero acá estamos hablando de otro segmento de población, un segmento de población que necesita de la asistencia estatal, que está en condiciones de indigencia, y ahí hay un núcleo duro que no se mueve. Lo otro que empezamos a mirar con atención es el tema del empleo. Empieza a haber temor, empiezan a haber despidos que hasta acá no se habían dado. Empezamos a tener suspensiones y despidos en fábricas importantes, y eso nos preocupa especialmente hacia el año que viene.
Más allá del aporte de Nación, sigue habiendo diferencias con el gobierno central.
Hay diferencias en cómo atender, sobre todo, la inversión en infraestructura, el rol estatal en esto. Hay diferencias en la concentración de recursos en el gobierno nacional sin su contrapartida en la coparticipación en relación a los servicios que presta cada nivel del Estado. La ciudad presta el servicio de salud, transporte, mantenimiento general, y ahí tenemos una diferencia. La otra gran diferencia es la no gestión en algunas áreas esenciales, pese a que reconocemos la coordinación del trabajo en materia de seguridad y justicia, que hay predisposición de algunas áreas en el trabajo, pero es difícil que eso se materialice. Hay muchas dificultades en la operatividad.
¿Al menos hay con quién dialogar, o persiste esa situación de que van a hablar con un funcionario, y a la semana siguiente hay otro, y cada negociación arranca de cero?
Es algo que ha pasado, sobre todo en los dos primeros años de gobierno, pero en general hay un clima de diálogo que no se ha interrumpido; no somos un municipio que en ese sentido tenga una actitud de oposición automática, pero sí hay dificultades para sostenerlo y para concretar resultados, que es lo que en definitiva importa.
Más allá del permiso para cortar un árbol o de recuperar un baldío abandonado, ¿cuáles serán los beneficios concretos de la autonomía municipal?
El principal cambio va a tener que ver con la posibilidad de organizar la vida institucional sin depender de otros poderes. Esa es la clave. Es un cambio fundamental para la ciudad, poder establecer mecanismos de participación, cómo se eligen los concejales, cuál es el número de concejales, el vínculo y las atribuciones que van a tener, tanto el Ejecutivo como el Concejo. Los órganos de control. Ese es un cambio muy importante. A otro nivel, nosotros no queríamos, después de tantos reclamos y de tanto pelear por la autonomía casi dos años, creemos que hay cosas de la vida cotidiana que ya mismo podemos empezar a implementar y a verse esos cambios. Cómo disponer autos del corralón, cuestiones que tienen que ver con la planificación urbana, con los recursos, la posibilidad de tomar deuda en el mercado de capitales sin tantas autorizaciones de niveles superiores. Todo eso en el día a día es importante y va a empezar a verse en el corto plazo. Pero hay un cambio de fondo que es la nueva, la primera carta orgánica municipal que se va a dar desde el 2027 en adelante.
Estás siempre activo en redes sociales, marcando la cancha respecto a quiénes tenés enfrente. ¿Pero con qué sector de la oposición en la ciudad hay buen diálogo?
Salvo Ciudad Futura que desde la última elección tomó un lugar de oposición automática, recurrente y permanente, con el resto de los concejales hay un buen diálogo. Ahora hay una renovación del Concejo, y también procuramos que con el nuevo Concejo tengamos un diálogo con los nuevos concejales. Ya empezaron las conversaciones. La conformación de las comisiones ya implica un trabajo de articulación. Pese a esa oposición dura, permanente, recurrente, tengo que reconocer que siempre han primado mayorías importantes en los temas importantes por sobre esa actitud, y la verdad es que el Concejo ha sido facilitador. Hay un mérito muy importante de su presidente, también de concejales de nuestro espacio que han trabajado para eso, pero el Concejo ha aprobado –y bastante rápido te diría- muchos mensajes que hemos enviado, y no han condicionado la labor del gobierno. No ha sido esa ni va a ser nunca una excusa por alguna situación en Rosario.
¿Qué temas importantes tienen en carpeta para remitir al Concejo 2026?
Seguramente van a haber debates importantes en relación a proyectos o planes urbanos por sector, por barrios. Dijimos que no era conveniente una modificación drástica del código, sí trabajar en potenciar algunas zonas. Me animo a decirte que algunas conversaciones con la provincia en materia de algunos proyectos importantes sobre inmuebles municipales y provinciales, y también esta cuestión que ya empieza a discutirse públicamente sobre la posibilidad de un tren urbano, también pueden ser debates que lleguen al Concejo.
¿Ya manejan algún dato sobre ese proyecto?
Todavía está en fase de estudio, no llegó a proyecto. Tiene que venir inversión internacional, y tiene que ser con un plazo de explotación y de recuperación de esa inversión. Esa es la clave. Estabilidad en las reglas de juego macro para poder favorecer; créditos a largo plazo para ese tipo de infraestructura.
Se dieron algunos cambios en el Gabinete Municipal sobre fin de año. Más allá de la salida obligada del área de Cercanía –para asumir como concejala- de Carolina Labayru, hay otros nombres nuevos. ¿Qué perfil se buscó?
Queda poco tiempo de gestión. Esta es una gestión que ingresó en su etapa final, con lo cual no hay lugar ni para improvisar ni para hacer un aprendizaje en la gestión. Eso que vos te podés permitir al inicio de un gobierno, ya en la gestión por la mitad es difícil que pueda darse. Por lo tanto, la apuesta fue un replanteo en algunas áreas, y reforzar dos cosas, perfil joven, con mucha energía, sub 40 todos los que asumen nuevas funciones, y reforzar esto de mejorar el metro cuadrado de cada vecino, la cercanía, que el estar muy cerca sea la marca de esta etapa. Tenemos grandes obras en ejecución, ahora vamos a hacer un fuerte énfasis y vamos a poner el acento en lo que es mantenimiento, cuidado del espacio público, basurales, microbasurales, y por supuesto, pavimento. Eso va por un carril ya muy aceitado. El trabajo diario es lo que queremos potenciar con estos cambios, con la incorporación de Jónatan Pérez en la Subsecretaría de Mantenimiento Urbano, y Vanesa Di Bene –que ya venía en la gestión en Economía Social- en Cercanía, alguien muy joven que trabajan muy bien y muy cerca de los directores de distritos, que van a ser piezas claves en este tramo final de la gestión.

