Rosario vive por estas horas un estado de profunda conmoción producto de la muerte, en menos de 24 horas, de dos taxistas: Primero el asesinato de Héctor Raúl Figueroa, quien recibió nueve tiros en la noche del martes y un día más tarde de Diego Alejandro Celentano, de 32 años, quien fue atacado siguiendo un patrón de similar sin que existiera contexto de robo.

“Me parece que nos están usando de señuelo, somos fáciles de cazar. Esto ya parecen golpes terroristas. Hoy tenés que ser suicida para salir a trabajar de noche”, señaló a “LT8”, el referente de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (Catiltar), José Iantosca.

Iantosca destacó que el crimen de Celentano tuvo similares características al de Figueroa: “Fue un viaje, esta vez pedido por Whatsapp, y a unos metros de llegar al lugar solicitado asesinaron al compañero. Y dejaron una zapatilla de seña, al igual que el crimen anterior. Otra vez no hubo intento de robo, todo estaba allí”.

Consternado por la situación que se vive en los últimos días en la ciudad, el representante de los titulares de de licencias de taxi indicó: “Esta gente ataca pero no sabés dónde, cuándo y por qué te va atacar. Esto excede lo que fue un asesinato por robo. Así no se puede seguir, ya no tengo palabras para describir esta situación“.