En diálogo con La Tarima, afirmó que la situación que atraviesan los docentes y no docentes universitarios es la más crítica de los últimos 40 años: “Cerca de un 45% del personal está percibiendo un salario por debajo de la línea de pobreza; hay alrededor de un 50% de desfasaje entre los incrementos que se autorizaron de noviembre a julio de este año, y la inflación en el mismo periodo de tiempo”.

Además el rector de la UNR sostuvo que con las medidas de fuerza que se desarrollan en todo el país están pidiendo “lo razonable, una recomposición salarial que pueda garantizar para los trabajadores de la educación superior un salario digno por el cual puedan hacer su función”.

En este sentido, celebró la media sanción que tuvo en Diputados la Ley Financiamiento Educativo. “Lo que hace la ley es establecer un incremento de manera tal que, contemplado en una legislación, haga más previsible esa actualización presupuestaria para el sistema universitario y que no dependa de la voluntad de una autoridad de turno”.

“Por otra parte incorpora un artículo específico, el 5 que establece un mecanismo de actualización del salario de docentes y no docentes a nivel mensual equiparandolo a la inflación informada por el INDEC pero con un plan de recomposición respecto de ese desfasaje de alrededor del 50% que se  produjo en los primeros 6 meses de este año”, explicó.

Más de 1000 inscriptos en las propuestas de la UNR para adultos mayores

Foto: unr.edu.ar

A principios de agosto, la Universidad Nacional de Rosario abrió las inscripciones para las nuevas propuestas académicas y recreativas dirigidas a adultos mayores. A pocos días del lanzamiento, más de 1000 personas se inscribieron para participar en las actividades que se dictarán durante el segundo cuatrimestre.

“Nosotros creemos que la universidad, además de ser una institución que forma buenos profesionales, es una institución que genera cosas, que construye dispositivos que ayudan a transformar la vida de la sociedad, que pueden cambiarle la vida a mucha gente. Y todos estos programas son muy sustanciales para dar cuenta de ese objetivo, que es para la sociedad en su conjunto, en toda la región, porque estas propuestas cada vez más empiezan a traspasar las fronteras de la ciudad de Rosario y se expanden por todo el centro-sur de la provincia de Santa Fe, que masivamente respondan ante cada convocatoria es una gran satisfacción y un impulso para seguir multiplicando este tipo de propuestas”, afirmó Bartolacci.

Repensar la escuela secundaria

Foto: unr.edu.ar

Al reflexionar sobre la escuela secundaria, Franco Bartolacci aseguró que “hay que repensarla estructuralmente. La Argentina tiene un gran capital que es su escuela pública, ese es un valor que no tienen muchos países del mundo, pero en un mundo que cambia vertiginosamente, que hoy plantea otro desafíos,con jóvenes con otra fisonomía y otras preocupaciones, hay que repensar estructuralmente la escuela para que siga cumpliendo bien su función”.

Sobre el tránsito de la escuela a la universidad, el rector reconoció que este paso “siempre fue muy complejo; hoy se hace cada vez más cuesta arriba para muchos estudiantes, y empezamos a encontrar muchas dificultades para ambientarse a la vida universitaria, para incorporar lógicas del funcionamiento que son propias del ambiente universitario”.

En tal sentido, adelantó: “Estamos pensando propuestas, un curso introductorio complementario del que ofrecen las facultades a los estudiantes que ingresan, herramientas básicas de lecto comprensión que son sustanciales para su tránsito por la universidad, un programa de tutores que ya está en marcha -estudiantes avanzados que acompañan a los ingresantes- sobre todo en los primeros 6 meses que es cuando estos problemas se plantean”.

“En el caso de Santa Fe, estamos trabajando en una propuesta muy interesante con la Universidad del Litoral y con el Ministerio de Educación de la Provincia para que estos cursos pre introductorios que brindan herramientas básicas, puedan formar parte de la propuesta de formación del último tramo de cursado de la escuela media de los jóvenes, para que en ese último tramo compartido entre la universidad y la escuela podamos garantizar mejores condiciones para el acceso a la universidad  que hoy plantea enormes dificultades. La pandemia particularmente produjo consecuencias muy preocupantes, y de ahí para acá se han acentuado año tras año”, manifestó.

Nuevos desafíos

Foto:unr.edu.ar

Sobre los planes educativos de las distintas carreras, Bartolacci considera que las universidades deben hacer “una especie de revolución, porque el mundo cambia vertiginosamente, porque Argentina no es la misma que hace 30 o 40 años, y en ese contexto la universidad no puede seguir haciendo las mismas cosas”.

“Hemos modificado la normativa; de hecho, las nuevas carreras que estamos poniendo en marcha ya tienen menos carga horaria, son de menos años, y están más pensadas en asociación con las necesidades de la agenda socioproductiva local y regional”, declaró.

En este sentido, afirmó que han llevado adelante programas de actualización, y que están estableciendo estrategias con todas las facultades para la actualización de los planes de estudio sea un ejercicio más frecuente. “Que ese ejercicio nos permita tener a nuestros planes más en sintonía con lo que el mundo hoy reclama; incorporar culturalmente lo que es un desafío para la comunidad universitaria, pensar que hay otras formas de transitar la universidad pública, y que si la universidad no cambia hacia su interior, corre riesgo de intrascendencia en ese mundo que estamos viviendo, y por lo tanto se hace importante resignificar todo lo que hacemos, particularmente, los modos de enseñanza”.

Bajo esta perspectiva, el rector de la UNR reconoció que los jóvenes que ingresan hoy a la universidad no tienen nada que ver con los que ingresaban hace 20 o 40 años. “Nosotros seguimos con procesos pedagógicos muy parecidos a los que conocimos en nuestros inicios, a eso hay que darlo vuelta. Pensar la arquitectura del aula en el sentido más amplio, para que lo que suceda en el aula o en un taller, siga siendo igual de relevante. ¿Qué hacemos con la AI? Puede ser un problema o una oportunidad, depende de lo que hagamos con eso. Lo que no podemos hacer es mirar para el costado como si no pasara nada porque el mundo nos va a pasar por encima”, consideró.

Infraestructura y educación

Foto: unr.edu.ar

Acerca de las obras de infraestructura de la UNR que se detuvieron por la falta de recursos económicos nacionales, el rector explicó que tomaron la decisión de posponer para un mejor contexto obras que tenían planificadas para hacer con presupuesto propio, al mismo tiempo que custodian y priorizan otras que ya estaban en ejecución.

“Todas las obras que venía haciendo la UNR con presupuesto propio se siguieron haciendo, incluso todas están en los plazos fijados para la adjudicación de la obra. Eso denota un gran esfuerzo presupuestario y un gran trabajo de nuestra comunidad para garantizar que eso sea así”, señaló.

En este sentido, aclaró que “la más emblemática que está en curso es la restauración completa de un ala de la Facultad de Derecho, un edificio hermoso que tiene la universidad y la ciudad. Con eso mejoramos las condiciones de estudio a la comunidad y le devolvemos a la ciudad la mejor versión de la universidad pública”.

Respecto de las obras que continuarán y de las que no, Bartolacci explicó: “Todo lo que se estaba haciendo con presupuesto de la universidad, se siguió haciendo con los plazos previstos. Las que quedaron paralizadas son las comprendidas en el Programa Nacional de Infraestructura Universitaria, un programa que tiene financiamiento de la cooperación de líneas de fomento y del gobierno nacional. Esas se suspendieron en diciembre”.

“El anexo de la Facultad de Odontología que le queda sólo un 15% para su finalización; el aulario del Área Salud que es la construcción de aulas sobre el comedor universitario que está en el Área Salud, y el edificio propio para la Facultad de Veterinaria. Esas tres obras están paradas, y había dos con fechas de licitación -un aulario en el área centro y la ampliación del edificio de ingeniería en la Siberia- que también han sido paradas en su ejecución y no tenemos todavía respuesta respecto a qué va a pasar con esas obras”, contó con preocupación.

Agradecer el esfuerzo

Foto: unr.edu.ar

“A la comunidad de la UNR, agradecerle el esfuerzo”, ponderó Bartolacci.

El rector de la Universidad Nacional de Rosario remarcó que “han sido años muy difíciles”.

“Me ha tocado desde que asumí como rector vivir dos años en pandemia, prácticamente todo el tiempo con dificultades económicas. Este año particularmente muy complejo, y aún con todo, y a pesar de todo, la universidad emprendió uno de los procesos de expansión en materia de diversificación de la propuesta académica y de la creación de trayectos de formación, en materia de infraestructura y en materia de presencia y proyección de la universidad pública en Rosario y en todo el centro sur de la provincia de Santa Fe, como nunca antes en su historia”. Y afirmó que “eso no lo hizo una gestión ni alguien en particular; se hace porque hay una comunidad que cada vez que hace falta, se para sobre su responsabilidad, y está a la altura de las circunstancias”.

“Por eso, agradecerle a la comunidad UNR porque sé que lo hace muchas veces en condiciones muy difíciles, como es la situación salarial que tiene que atravesar en este momento, y a pesar de eso no deja de cumplir con su misión”, siguió el rector.

“Agradecerle en especial a la sociedad argentina. Las sociedades suelen ser más inteligentes que su dirigencia. La sociedad argentina en abril de este año, con esa manifestación extraordinaria y conmovedora en Buenos Aires, y en todas las ciudades y pueblos de la Nación, dijo claramente que lo que hay que cuidar es el sistema universitario público, que es una herramienta de movilidad social ascendente fenomenal; que Argentina tiene ahí lo que no tiene otro país del planeta, que si queremos pensar en alguna posibilidad de resolver los problemas estructurales que tenemos, es precisamente custodiando eso, invirtiendo más, jerarquizándolo como política pública, porque la educación es la que nos salva, y lo que nos hace verdaderamente libres”, finalizó Bartolacci.