Con la emoción de los sueños que se hacen realidad, el Programa rEGRESAR que puso en marcha la Universidad Nacional de Rosario celebra un logro que confirma que las segundas oportunidades valen la pena: ya son 100 las personas que, gracias a esta iniciativa, lograron finalizar sus estudios universitarios tras haber interrumpido su carrera y hoy vuelven a apostar por la educación pública.

Cada título alcanzado es mucho más que un logro académico: es una historia de vida que se resignifica. Detrás de cada diploma hay trayectorias marcadas por desafíos, pausas obligadas, responsabilidades familiares o laborales, pero también por el deseo persistente de terminar lo que alguna vez se empezó.

El Programa rEGRESAR, único en su tipo en el país, ofrece un acompañamiento académico y administrativo a aquellas personas que por distintas circunstancias de la vida han tenido que abandonar sus estudios universitarios en algún momento, y también construye una red de contención que permite transformar esas desiluciones del pasado en una motivación para lograr el sueño de convertirse en profesional.

“Es un programa inédito en el país, que se propone no esperar a que alguien decida regresar sino ir a buscar y acompañar a quien dejó por alguna razón para que termine su carrera y pueda cumplir su sueño. Es una propuesta que suma al objetivo de elevar la tasa de graduación por el que trabajamos, pero que demuestra que la UNR no es indiferente frente a lo que le pase a su comunidad. Hay una convicción muy profunda respecto de lo que la educación produce en cada persona, y si podemos hacer un esfuerzo para que los sueños que se depositan en nuestra institución puedan cumplirse, hay que hacerlo. Quiero agradecer a los equipos académicos de la UNR y cada Facultad que lo hace posible, pero fundamentalmente a quienes decidieron volver por esta propuesta. No es no es fácil tomar la decisión de regresar, de volver a estudiar, cuando alguien lo hace nos deja un mensaje poderoso que contagia a otros: nunca es tarde, siempre estamos a tiempo. Estas 100 primeras historias lo demuestran”, afirmó el rector Franco Bartolacci, al poner en valor el impacto de este dispositivo que puso la UNR en marcha a mediados del 2023.

Bartolacci también resaltó “la sensibilidad” de la comunidad universitaria “para hacer posible una propuesta así” y la manera en que asume los desafíos que se presentan. “Estas historias tienen que ser un mensaje para nuestra comunidad y para quienes aún están en duda. Para los que aún no se inscribieron, que sepan que se puede, que no es tarde, y que la UNR tiene un dispositivo que va a ayudarlos a terminar. Para nuestra comunidad, porque confirma que este es el camino. Una institución sensible y atenta para acompañar a su comunidad, también con vocación transformadora”.