Los recorridos son gratuitos, pero con inscripción previa. Quienes deseen participar pueden anotarse online para el primer turno o para el segundo.
Por otro lado, el sábado 2, tanto por la mañana como por la tarde, se llevarán a cabo distintas intervenciones, que invitarán a abrir el alma y reconectar con el concepto de “celebrar la vida”.
La propuesta consta de una experiencia estético sensorial que permitirá a las personas participantes ver y escuchar a dos musas líricas cantando arias de ópera y sacras a lo largo del recorrido. Esta acción intenta emular la leyenda que sostiene que la música no distingue planos y puede conectar lo espiritual con lo terrenal. La entrada es libre y gratuita.
La presencia de una soprano dramática en este evento es particularmente destacable. Su voz, con sus vibrantes graves y cálidos matices aterciopelados, aportará una profundidad y riqueza tonal únicas. Estas características vocales transforman cada sonido en una experiencia sensorial, enriqueciendo la interpretación de las obras y creando una atmósfera envolvente. Este tipo de recorrido busca generar un encuentro entre la historia, el arte y la comunidad, invitando al público a disfrutar de una experiencia diferente y conmovedora.
En un mundo cada vez más acelerado, el Día de los Muertos invita a detenerse y reflexionar sobre lo verdaderamente importante. Es mucho más que una fecha en el calendario. Es una invitación a conectar con las raíces, a honrar a los ancestros y a reconocer la fragilidad de la vida. Las visitas al Salvador son una apertura a un mar de historias. En estos lugares sagrados, la comunidad se reúne para compartir recuerdos y celebrar la vida. Al mantener estas tradiciones, se fortalecen los vínculos y se reafirma una identidad, que no ha muerto si no que se mantiene más presente que nunca.
La idea es la de derribar muros simbólicos y conectar, como dice Taparelli, “con la vida” porque al fin y al cabo, es todo parte de la misma dualidad.