La provincia de Santa Fe tiene nueva Constitución. Después de 63 años y de múltiples intentos frustrados, la Convención Reformadora aprobó este miércoles el texto final que reemplaza al de 1962 y que introduce cambios de fondo en el sistema político, institucional y judicial. El próximo viernes, a las 17, el nuevo articulado será jurado en la Legislatura por los convencionales constituyentes y por las máximas autoridades de los tres poderes del Estado.

La votación en el plenario dejó 52 votos a favor y 17 en contra, equivalente al 75,4% de los convencionales. Aunque algunos artículos específicos obtuvieron menor acompañamiento, el respaldo mayoritario dio legitimidad a un texto que marca un antes y un después en la historia política santafesina.

Los principales cambios. El nuevo texto habilita la reelección del gobernador y vice por un solo período consecutivo, limita la permanencia de legisladores, elimina la mayoría automática en Diputados y otorga autonomía al Ministerio Público. Además, establece límites a la permanencia de los jueces de la Corte Suprema provincial, crea nuevos mecanismos de selección y enjuiciamiento de magistrados y fiscales, y consagra la autonomía municipal.

La reforma incorpora también instrumentos de participación ciudadana y amplía el catálogo de derechos en materia de salud, educación, ciencia, tecnología, ambiente, libertad de expresión y dignidad de las personas, que se convierten en un marco de referencia para los gobiernos futuros.

La sesión comenzó el martes con un discurso del gobernador Maximiliano Pullaro y se extendió en maratónicas horas de debate hasta la tarde del miércoles, cuando el tablero marcó el resultado. La emoción fue visible en los discursos de cierre y en los saludos entre convencionales.

El presidente de la Convención, el senador radical Felipe Michlig, destacó: “El 93% de los artículos fueron votados por más de las dos terceras partes. Es una reforma con altísimo consenso. Necesitábamos aggiornar la Constitución, era imperioso hacerlo”. Y leyó en voz alta el preámbulo de la nueva Carta Magna, que invoca la “protección de Dios, fuente de toda razón y justicia”, como cierre de la jornada.

Fabián Bastía, ministro de Gobierno y jefe del bloque Unidos, celebró la reforma como “la base para el fortalecimiento institucional, el crecimiento y la transformación de la provincia”. Para el justicialista Rubén Pirola, de Más para Santa Fe, la clave estuvo en “aportar desde la responsabilidad democrática, aunque no se alcanzara la Constitución ideal”. Desde Activemos, Marcelo Lewandowski valoró la ampliación de derechos pero criticó que la reforma “se quedó a mitad de camino en Justicia y coparticipación”.

En contraste, La Libertad Avanza y Somos Vida rechazaron el texto. Nicolás Mayoraz argumentó que “no se hizo una Constitución mejor que la de 1962” y cuestionó la autonomía municipal como “una carga tributaria extra para los ciudadanos”. Amalia Granata fue más dura: “Se termina esta farsa que ya estaba escrita. No respetaron las diferentes voces de la sociedad y se aseguraron más años de privilegios”.

Acto de jura y un nuevo tiempo político. La nueva Constitución consta de 161 artículos y 27 disposiciones transitorias. Su publicación en el Boletín Oficial será inmediata y, tras la jura en la Legislatura, entrará en plena vigencia. También fija la obligación de sancionar 19 leyes reglamentarias para adecuar el andamiaje normativo.

La reforma santafesina queda así inscripta como uno de los hitos institucionales más relevantes de las últimas décadas, resultado de dos meses de trabajo de los 69 convencionales electos, que lograron lo que parecía imposible: aggiornar una Carta Magna que llevaba más de medio siglo sin cambios y que ahora se proyecta hacia el futuro con un nuevo marco de derechos y reglas de juego.